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Clínica de Salud mental de Miami facturó a Medicare por paciente en Hawai

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Publicado el miércoles, 08.29.12

AY WEAVER
jweaver@MiamiHerald.com

Ningún área del país estafa al Medicare al nivel que lo hace el sur de la Florida.

Tenga en cuenta, por ejemplo, este detalle en un nuevo informe federal: una clínica de salud mental del condado envió una factura al programa financiado por los contribuyentes por un paciente que vivía en Hawai, a 4,000 millas de distancia. Los otros 77 pacientes de Medicare de esa misma clínica residían en un promedio de 550 millas de distancia, según el informe del inspector general del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

La vasta mayoría de las clínicas de salud mental de la nación con “facturación cuestionable” se concentraban en el sur de la Florida y otras áreas metropolitanas de Texas y Louisiana, cobrando decenas de millones de dólares en pagos de Medicare por supuestos servicios de tratamiento en el 2010, según el informe.

Robert Mueller

Para finales de ese año, fiscales del Departamento de Justicia habían lanzado una gran ofensiva contra la mayor cadena de atención de salud mental del país, American Therapeutic Corp., con sede en Miami, la cual condujo a que la compañía, sus principales ejecutivos y más de 30 otros acusados fueran hallados culpables de una estafa al Medicare por $205 millones.

Y el viernes pasado, un jurado federal en Miami declaró culpable a otra clínica de salud mental de la localidad, el Centro de Salud Biscayne Milieu, conjuntamente con su propietario, su hijo y su hija y otras cinco personas de conspirar para sacar $57 millones al programa federal para ancianos y discapacitados. Otros veinte acusados que habían trabajado en la clínica de Miami Gardens se declararon culpables antes del juicio.

“No importa el lugar que ocupes en la cadena del fraude — ya seas médico, dueño de una clínica, terapista, empleado de facturación o reclutador de pacientes — usted tendrá que pagar las consecuencias de sus actos”, dijo el fiscal federal Wifredo Ferrer después del veredicto.

Después de un juicio de casi dos meses, el jurado encontró culpables al propietario de Biscayne Milieu, Antonio Macli; el director de operaciones de la compañía, su hijo Jorge Macli; y otro gerente, su hija Sandra Huarte, de conspiración para cometer fraude del sistema de salud por medio de cobrar $11 millones en pagos de Medicare por servicios terapéuticos que no fueron brindados o necesitados del 2007 al 2011.

Padre, hijo e hija fueron además hallados culpables de conspirar para pagar sobornos a reclutadores de pacientes quienes consiguieron beneficiarios de Medicare que vivían principalmente en centros de rehabilitación en el sur de la Florida, incluyendo a muchos con problemas de abuso de sustancias que no cumplían con los requisitos de elegibilidad de Medicare, dijo la fiscalía.

Algunas de estas personas con problemas de adicción a alcohol o drogas fueron atraídas desde otros estados con promesas de poner un techo sobre sus cabezas. Una vez que llegaban, con sus valiosas tarjetas de Medicare en la mano, eran metidos en centros de rehabilitación de Broward y Miami-Dade y empujados a los supuestos programas de salud mental de Biscayne Milieu, según la fiscalía. Pero si dejaban de asistir a las sesiones de terapia de grupo, ellos perderían su albergue.

Un trabajador social de Biscayne Milieu ayudaba además a los pacientes que trataban de hacerse ciudadanos de Estados Unidos llenando formularios de inmigración que indicaban falsamente que sufrían de enfermedades mentales. Esto permitía a los pacientes no tener que someterse a la prueba de ciudadanía, según la Fiscalía.

También fueron hallados culpables de fraude a servicios de salud el director médico de Biscayne Milieu, el doctor Gary Kushner, psiquiatra de Fort Lauderdale; Rafael Alalu, terapista; y Jacqueline Moran, quien se ocupaba de facturar a Medicare.

Según evidencia del juicio, los ejecutivos de la clínica, conjuntamente con Kushner y Alalu, falsificaron expedientes, prescripciones y certificaciones para hacer ver que pacientes inelegibles habían recibido tratamiento de salud mental legítimo.

Dos reclutadores de pacientes, Anthony Roberts y Derek Alexander, también fueron hallados culpables de participar en la estafa por buscar y aceptar sobornos a cambio de enviar pacientes a la clínica de Biscayne Milieu en un enclave de oficinas junto a la autopista del Palmetto.

Los ocho acusados, con excepción de Moran, permanecen en el Centro de Detención Federal aguardando sentencia, la cual será dictada en diciembre.

Su fallo de culpabilidad siguió a otro largo juicio que terminó en junio. Dos médicos del sur de la Florida, los psiquiatras Mark Willner de Weston y Alberto Ayala de Coral Gables, los directores médicos de American Therapeutic Corp., fueron hallados culpables por una conspiración para sacar $205 millones al Medicare.

Además, el jurado halló culpable a Vanja Abreu, director de programa de American Therapeutic en Miami-Dade, de la misma ofensa de conspiración de servicios de salud, y a otros dos acusados, Hilario Morris y Curtis Gates, de pagar sobornos a operadores de hogares de grupo a cambio de que les proporcionaran pacientes.

Desde que las seis clínicas del sur de la Florida de American Therapeutic cerraran hace casi dos años, más de 30 personas han sido acusadas en el caso, y la mayoría se han declarado culpables.

En su último informe, el inspector general de Salud y Servicios Humanos Daniel Levinson citó el caso de American Therapeutic, a quien Medicare pagó $83 millones del 2003 al 2010, como ejemplo de las “vulnerabilidades” del programa federal. El dueño de la cadena, Lawrence Duran, está cumpliendo una condena de 50 años de cárcel, la sentencia más larga por fraude al Medicare.

En general, el informe criticó al Medicare por su falta de supervisión de unos 200 llamados centros comunitarios de salud mental en 25 estados, los cuales recibieron un total de $218.6 millones en el 2010. La mayoría de estas clínicas, que no fueron identificadas, estaban situadas en Florida, Texas y Louisiana.

La mitad de todos los centros de salud mental “cumplían o excedían el umbral que indica una facturación inusualmente alta”, reza el informe.

Alrededor de dos tercios de estos centros terapéuticos “cuestionables” estaban ubicados en ocho áreas metropolitanas, entre ellas Miami, Tampa y Jacksonville. El área de Miami, con 32 clínicas cuestionables de un total de 52 en el sur de la Florida, quedaron en peor lugar a nivel nacional, según el informe del inspector general.

En respuesta, funcionarios de Medicare admitieron que los servicios de salud mental “han sido vulnerables tradicionalmente al fraude y el abuso”.

Pero la administradora interina de Medicare Marilyn Tavenner escribió en un memo al inspector general que el programa “está tomando medidas adicionales para ocuparse de vulnerabilidades”.

Ella dijo que el Medicare había adoptado software para revisar los antecedentes de los futuros operadores de clínicas, lo cual incluye comprobar sus antecedentes penales, así como estudiar reclamaciones.

http://www.elnuevoherald.com/2012/08/29/1287880/clinica-local-facturo-a-medicare.html

Publicado el sábado, 04.06.13

Sentencian a familia de Miami-Dade por fraude millonario al Medicare

Unos 25 parientes y amigos se reunieron el viernes en una corte federal para apoyar a tres miembros de una familia de Miami-Dade encontrados culpables de administrar una clínica de salud mental para robarle millones de dólares al Medicare.

Casi todos ellos lloraron abiertamente por el dueño de la clínica, Antonio Macli, de 73 años, y sus dos vástagos —el hijo Jorge Macli, de 41 años y quien operaba la compañía; y la hija Sandra Huarte, de 49 años, la contadora. Su clínica se llamó Biscayne Milieu.

A pesar de sus lágrimas, el juez de distrito federal Robert Scola sentenció a Antonio Macli a 30 años, a Jorge Macli a 25 años y a Huarte a unos 22 años de prisión. Los tres usaron su clínica en Miami Gardens para robar más de $11 millones al programa federal financiado por los contribuyentes para las personas de la tercera edad y los discapacitados.

Scola recordó a los acusados que su delito —en la capital de los fraudes al cuidado de la salud en el país— tenía muchas facetas: ellos despojaron al Medicare, tomaron como víctimas a pacientes vulnerables con problemas de abusos de sustancias que no eran necesariamente enfermos mentales y arruinaron las vidas de algunos empleados de la clínica que iban allí a trabajar con buenas intenciones.

Scola también regañó al padre por arrastrar a su familia a la clínica corrupta.

“Usted involucró a sus hijos, y usted puede ver detrás de usted y ver el impacto devastador que ha tenido”, dijo Scola, refiriéndose a los llorosos parientes y amigos.

El verano pasado, un jurado encontró culpables a los tres miembros de la familia de conspiración para defraudar al sistema del cuidado de la salud al presentar $57 millones en facturas falsas entre el 2007 y el 2011, por servicios de salud mental que no se suministraron o se necesitaban, de acuerdo con los fiscales. Casi 1,100 pacientes asistían a la clínica por una supuesta terapia para tratar la esquizofrenia, el desorden bipolar y otras condiciones.

El jurado en el caso también encontró culpable a otras cinco personas, incluyendo al director médico de la clínica, el Dr. Gary Kushner, de 72 años, un psiquiatra de Plantation, a quien Scola sentenció el mes pasado a 12 años de prisión.

Antes del juicio, otros 20 acusados que trabajaban en la clínica se declararon culpables.

“La cultura del fraude permeó este lugar desde arriba hasta abajo”, dijo el fiscal federal auxiliar Michael Davis al juez.

Mel Black, el abogado defensor de Jorge Macli, no estuvo de acuerdo con el fiscal al decir: “Usted no puede decir, a partir de las pruebas, que ellos han probado ser un frade desde arriba hasta abajo”.

Su cliente —el único acusado que habló en la audiencia— dijo que había sido mal representado por la fiscalía.

“Me rompe el corazón que alguien me presente como una persona fría que sólo se preocupa por el dinero”, dijo Jorge Macli. “Sé en mi corazón y en mi alma que no soy un hombre malo”.

Rene Sotorrio, el abogado de Antonio Macli, describió a su cliente como una figura como las que presentó el escritor estadounidense Horatio Alger, que trajo a su familia de Argentina al sur de la Florida para una mejor vida. Sotorrio dijo que Macli trabajó duro e infundió buenos valores a sus hijos, con lo que desafió la acusación de que los había reclutado para una empresa criminal.

Bruce Alter, el abogado de Huarte, dijo que el papel de su clienta como contadora de la clínica fue pequeño en la estafa general, agregando que “su castigo está fuera de proporción con la realidad”.

Pero el juez estuvo en gran parte de acuerdo con la oscura representación de los miembros de la familia y sus delitos.

Después de un juicio de casi dos meses, el trío fue encontrado culpable de conspirar para pagar sobornos a los reclutadores de pacientes que le suministraban a su clínica beneficiarios del Medicare que vivían principalmente en casas de rehabilitación en el sur de la Florida. Ellos incluían a muchos con problemas de abuso de sustancias que no cumplían los requisitos para estar en el Medicare, dijo Davis, quien trabajó en el caso con los fiscales Marlene Rodríguez y James Hayes.

“Estos acusados se aprovecharon de muchas personas vulnerables”, dijo Davis.

Algunos de los pacientes con adicciones de drogas o alcohol fueron traídos de afuera del estado con la promesa de un techo sobre sus cabezas. Una vez que llegaron, con sus valiosas tarjetas de Medicare en sus manos, eran llevados a las casas de rehabilitación de Broward y Miami-Dade, y conducidos a los supuestos programas mentales de Biscayne Milieu, de acuerdo con los fiscales. Si no asistían a las sesiones de terapia de grupo, perdían su vivienda.

Un trabajador social en Biscayne Mileu también ayudaba a los pacientes a buscar la ciudadanía estadounidense, al completar formularios de inmigración en que indicaban falsamente que ellos sufrían de enfermedades mentales. Eso permitía a los pacientes evitar hacer la prueba de ciudadanía, dijeron los fiscales.

También se encontraron culpables de fraude al cuidado de la salud en el juicio a Rafael Alalu, un terapeuta clínico; y a Jacqueline Moran, quien manejaba las facturas al Medicare de la compañía. En diciembre, se sentenció a Alalu, de 47 años y residente en Miami, a más de ocho años de prisión.

De acuerdo con las pruebas en el juicio, los ejecutivos de la clínica, junto con Kushner y Alalu, fabricaban los registros, las prescripciones y los certificados para hacer parecer que pacientes que no cumplían con los requisitos habían recibido un tratamiento mental legítimo.

Dos reclutadores de pacientes, Anthony Roberts y Derek Alexander, también fueron encontrados culpables de participar en la estafa al buscar y aceptar sobornos a cambio de enviar pacientes a la clínica Biscayne Milieu desde un conjunto de oficinas frente al Palmetto Expressway.

http://www.elnuevoherald.com/2013/04/06/1447572_p2/sentencian-a-familia-de-miami.html



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