La Fiscalía les imputó cargos en dos casos aislados ocurridos en Ibagué, Tolima, en 2016 y 2018.
Redacción Justicia 10 de enero 2022
La psiquiatra Mónica Julieth Suárez Díaz, el médico Álvaro Leal Rodríguez y el enfermero Julián Edilberto Rincón Díaz fueron imputados por la Fiscalía, seccional Tolima, por el delito de homicidio culposo bajo responsabilidad médica, en dos investigaciones que de manera aislada adelanta el ente acusador.
Según informó el ente acusador, en el primer caso se investiga la muerte de Jorge Eduardo Rodríguez, quien fue ingresado por sus familiares y la Policía el 10 de enero de 2018 a la sala de urgencias de un hospital de la capital tolimense, tras presentar un estado psicótico agudo y agresivo.
Luego de que fue valorado y se le hicieron exámenes, se ordenó su hospitalización en la unidad mental del centro asistencial y se le inició tratamiento con medicamentos como clonazepam, clozapina y midazolam, pero el paciente seguía presentando agitación sin mejoría.
Días después, el 13 de enero, el hombre se cayó mientras se bañaba y sufrió una herida en una de sus cejas, por lo cual requirió de cirugía. Tres días después fue valorado por la psiquiatra Suárez Díaz, quien, ante la no mejoría del paciente, le incrementó la dosis de los medicamentos; pero el 18 de enero el hombre fue encontrado sin signos vitales en su cama en horas de la madrugada.
Tras las pesquisas, la Fiscalía determinó que la dosis ordenada por la psiquiatra superó lo que está establecido en las guías médicas, por lo cual se presume que la muerte de Jorge Eduardo Rodríguez, debido a un paro respiratorio, habría sido consecuencia del incremento en dichos medicamentos.
Durante la audiencia de imputación, la fiscal a cargo del caso sostuvo que la psiquiatra no fue idónea en su evaluación con respecto al estado del paciente, señaló también que al parecer le faltó meticulosidad y diligencia en la evaluación clínica, y por ello, para el ente acusador se habría cometido un error que pudo ser evitado.
Otro caso por presunta falla en el rigor médico
En otro proceso, el médico Álvaro Leal Rodríguez y el enfermero Julián Edilberto Rincón Díaz están siendo procesados por hechos que ocurrieron en enero de 2016, cuando Eduardo Miranda Vargas fue programado para una cirugía de columna vertebral en una clínica de Ibagué, la cual se realizó en horas de la tarde.
Posteriormente, el anestesiólogo dispuso su trasladado a la Unidad de Cuidados Intermedios, en donde fue valorado por Leal, médico intensivista, quien sería el especialista responsable de su cuidado postoperatorio.
«Durante la noche el paciente se quejó por falta de sensibilidad y motricidad en sus piernas, situación que informó el auxiliar de enfermería a su jefe Rincón Díaz, quien, de forma verbal, le ordenó administrarle un ansiolítico oral, interpretando la queja como una manifestación de ansiedad. Orden que al parecer se impartió sin habérsele realizado un examen físico al paciente para tal medicación. Y sin que el médico lo hubiera valorado durante su turno para descartar otra causa», describió la Fiscalía.
Al día siguiente, el 14 de enero, el paciente fue valorado nuevamente y se le encontraron signos de compromiso neurológico, por lo que fue llamado un neurocirujano que ordenó practicarle un TAC que mostró un sangrado epidural.
Por esta razón fue intervenido de urgencias y en medio de la cirugía se le detectó un hematoma epidural espinal que propició un daño medular irreversible que, a su vez, generó cuadriplejia en el paciente, quien continuó hospitalizado por cerca de un mes más en cuidados intensivos con ventilación mecánica. Pero luego de complicaciones derivadas de su estado neurológico, falleció.
Para la fiscal encargada del caso, la atención recibida por el paciente fue deficiente, pues el objetivo principal de su hospitalización en la Unidad de Cuidados Intensivos era el seguimiento neurológico, lo cual no se le habría brindado ni por el especialista ni por el jefe de enfermería.
Por ejemplo, en la historia clínica se evidenció que en el turno de la noche del 13 de enero y la madrugada del 14 de enero de 2016 no quedó registro de revista al paciente para determinar su condición neurológica.
Por ese motivo, para el ente investigador en el caso hubo falla en el rigor médico por parte de ambos procesados ya que ninguno habría dedicado al paciente el tiempo necesario para su evaluación adecuada para lograr un diagnóstico certero.
Ninguno de los procesados aceptó los cargos imputados. La próxima audiencia será de acusación.