No sé como no hay psiquiatras en las facultades de economía o del mundo del marketing y de la empresa, para explicarnos como pueden vender cápsulas (simples analgésicos) sin ningún etiquetado en su consulta ilegalmente y te cobren 5000 ptas. de mayo de 1987 que ahora serían unos 76,46 € teniendo en cuenta la inflación, cuando un producto similar costaba en venta en farmacia unas 300 ptas que ahora serían unas 4,59 €. Es decir 19 veces más podía un psiquiatra engatusar con un simple analgésico y una charla trivial para su venta a clientela toxicómana. Esto se debió a que el chollo de la prescripción de la metadona fue absorbida por los Centro de Atención a las Adicciones o de desintoxicación públicos, que son el origen mayormente de las redes de salud mental actuales de finales de los 80 a principios de los 90, se originaron con este tipo de clientela y con ese “nivel mental”.
Como dice la misma noticia:
“Muchos médicos se forraron facilitando recetas de metadona a los toxicómanos. Cuando el uso de la metadona se reguló”, dicen los drogadictos, que prefieren no ser identificados, “han buscado otras vías”.
Ante esto el psiquiatra responde:
Luis Aliño reconoció que las cápsulas rojas son un simple analgésico, así como que la reglamentación sanitaria estipula que los medicamentos sólo pueden adquirirse en las farmacias. “Si se las proporciono directamente”, afirmó, “es para evitar que puedan darse casos de tráfico de recetas, como ocurrió en su día con la metadona”. Aliño afirmó que la cantidad cobrada incluye también la consulta.
El paciente tampoco recibe ningún recibo por el precio de la consulta y del medicamento, que se eleva a 5.000 pesetas cada vez. Cuando se acaban las cápsulas, el paciente vuelve a la consulta y la historia se repite indefinidamente.
De todas formas, el precio es demasiado caro”, terminó un joven en tratamiento, así que ahora intento conseguir frascos de otro medicamento similar en las farmacias. Te hace el mismo efecto, aunque tengas que tomar dos cápsulas a la vez, y vale menos de 300 pesetas
Como se ve una persona preocupada por el tráfico de recetas, por eso vende directamente esas cápsulas en consulta, ya que no cae por su generosidad en que pueden traficar directamente con sus cápsulas, saltándose las recetas.
Y en su generosidad añade:
Al margen que con este tipo de pacientes no se puede hablar de caro o barato.
Gran deducción en pacientes insolventes que en esa época o robaban a su familia o a cualquiera por la calle, para conseguir el dinero, es decir cometían delitos para pagarse la consulta psiquiátrica de venta ilegal de productos farmacéuticos con un precio 19 veces mayor a analgésicos similares.
https://elpais.com/diario/1987/05/19/madrid/548421857_850215.html