Por primera vez se conoce lo que pasó entre una maestra y un psiquiatra en una consulta que terminó con varios patrulleros en la puerta y la licencia forzosa para el médico.
martes, 16 de septiembre de 2014
El hecho ocurrió el 26 de agosto en la Dirección de Control y Reconocimientos Médicos, más conocida como Junta Médica. Una maestra terminó en el piso, llorando, mientras siete efectivos policiales la custodiaban, cuatro mujeres y tres varones. Fuera del edificio de Ignacio de la Rosa y Catamarca, esperaban dos patrulleros, al menos. Un escándalo que hizo estallar las tensiones en el área de gobierno que otorga las licencias a los empleados estatales.
La mujer, quien pidió reserva de identidad, tiene siete cargos y estuvo de licencia, reconocida por la ART, por una afección en las cuerdas vocales que la llevo a la depresión. Aún no se recupera del todo por lo que evitó hablar ante los medios. Había ido a la Junta porque su médico psiquiatra le recomendó reposo por 30 días. En cambio, uno de los auditores, el doctor Juan Carlos Rojo autorizó 4 días. La mujer entró en una crisis de angustia y llanto que el médico no supo manejar, según adujo.
El episodio no terminó allí. La maestra aseguró que el doctor le dijo: “Los psiquiatras adiestran a los docentes a que hagan escándalos, son actores” y para sacársela de encima la apartó bruscamente, ella golpeó contra una pared y cayó al suelo porque, también, está recuperándose de una serie de lesiones en su columna por un accidente en las escaleras de una de las escuelas a las que asiste. Alguien llamó a la policía y comenzó el aluvión de patrulleros. Como los efectivos eran masculinos no podían tocarla. Llegaron más unidades con agentes mujeres. La colocaron en una silla de ruedas. En el ínterin, la familia de la afectada fue alertada de la situación.
Recibieron igual trato por parte de autoridades y policías. Con agresividad verbal, según contó la protagonista, les exigían documentación y que se apartaran de ella, con intimidación física por parte del más robusto de los uniformados. Entonces, los familiares llamaron a un escribano particular para que registrara en detalle lo ocurrido, como forma de protección. Las autoridades lo echaron del lugar.
A todo esto había llegado el director de la Junta que estaba de rondas. En sintonía con Rojo, el funcionario apuntó a los médicos psiquiatras como instructores de teatro (ver textuales). Para terminar con el conflicto, decidió extender la licencia de 4 a 15 días, en el acto y sin nueva revisión médica a la mujer. Apartó al doctor Rojo por 10 días para investigar lo ocurrido. Además, pidió a la maestra que volviera al finalizar la licencia con su médico de cabecera “para convencerlos” de la necesidad de una licencia mensual. Así lo hicieron. El profesional privado pidió permiso en su trabajo y acompañó a la paciente con estudios y resoluciones. “Ni lo miraron”, contó la mujer.
Estaba citada a las 9.30 y a las 9.10 la llamaron. “Y se rieron porque mi psiquiatra no llegaba”. Díaz Garay entendió que no era necesario resolver al respecto porque la misma ART de la maestra le indicó una docencia pasiva. Mientras tanto, volvió a la repartición el médico de la polémica. El directivo dijo a CANAL 13 que el doctor Rojo, procedió correctamente desde lo técnico. Pero “quizás se equivocó al expresarse y cada uno debe hacerse responsable”.
Textuales
Díaz Garay. “Muchos psiquiatras inducen a los pacientes a la violencia”.
Carolina De Tommaso, Colegio de Psiquiatras: “Es una iatrogenia lo que han hecho”.
Graciela López, UDAP: “Fue la gota que rebalsó el vaso. Nadie merece maltrato, menos los enfermos”.
Alfredo Venturini, Salud Mental: “No se debe evaluar al docente desde lo administrativo”.
Algunos comentarios de la misma noticia:
Soy docente y reconozco que algunos colegas contribuyen a hacernos mala fama a todos. Por lo que leo infiero que este es un caso así. Docente con 7 cargos, ART por caerse de las escaleras, ART por perder la voz, acto seguido pretende seguir de licencia por “depresión” por perder la voz. Si la ART le levantó la licencia quiere decir que ya está bien y puede volver a trabajar. A mi también me huele a Martín Fierro la actuación de la señora. Con respecto al Dr. Rojo no creo que su proceder haya sido como lo describe esta nota. El hecho de que trabaje en el sector público, además del privado, no tiene nada que ver con su desempeño como profesional.
Un docente solo puede tener 2 cargos de nivel primario o un cargo de nivel primario y 36 horas de nivel secundario o 48 hs de nivel secundario, creo desde mi humilde opinión que ese comentario de 7 cargos es de mala leche, para que la mujer tenga mas critica , pienso que debe tener ejemplo: una 9 hs en un escuela , 6 hr en otra , 12 en otra y así sucesivamente osea una docente taxi como se dice, y computan las horitas de cada escuela como cargo.
A comienzos de este año, en mi familia vivimos un fatal hecho de inseguridad, como consecuencia, mi mamá quien es docente y escasamente se toma una licencia recurrió al médico psiquiatra quien le dio 15 día de licencia, al ir a la Junta Médica, el Dr, Juan Carlos Rojo, aconsejó a mi mamá SUICIDARSE…… NO ME EXTRAÑA NADA DE ESA “PROFESIONAL” ES UNA VERGUENZA.
ESTA LOCA PASENLA A DOCENCIA PASIVA AL SEGUNDO AÑO COBRA EL 50% DEL SUELDO Y LA JUBILAN POR INVALIDEZ Y UNA VEZ JUBILADA COBRA UNA MIERDA SI NO PUEDE ESTAR AL FRENTE DE ALUMNOS LOS PERJUDICA.
Relacionado: https://psiquiatrianet.wordpress.com/2011/09/12/licencias-truchas/
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Esto no es más que el hartazgo de médicos, que ven que la mayoría de bajas se producen por motivos psiquiátricos, con diagnósticos inconsistentes de la existencia de la propia patología y que la única prueba de tal diagnóstico es lo que dice el paciente o lo que se invente el psiquiatra y se lucre por ello, este hartazgo llega a estas situaciones en países que las valoraciones de bajas o licencias médicas por motivos de salud mental las hacen médicos ajenos a la especialidad psiquiatría. Lo que pasa es que Psiquiatría, Salud Mental o como se llame está apartado organizativamente, hasta físicamente de las otras especialidades médicas, ni comparten ambulatorios (centros de atención primaria) ni hospitales ni nada, los médicos no soportan ni al paciente tipo “enfermo mental” ni soportan al psiquiatra tipo “magufo y vividor”. En el tema de las valoraciones de bajas e incapacidades, no sé si en España se produce ese desdoblamiento también en la Seguridad Social, en las minusvalías por temas de salud mental en diputaciones el desdoble es claro y lo normal que esas valoraciones por la Seguridad Social las haga también un “equipo de salud mental”. Se dan situaciones que esas valoraciones de bajas y licencias las hace el mismo el psiquiatra que valora al paciente externamente como vimos en este post.
