Buscaba evitar que la víctima, que recibió 22 puñaladas, recibiera un nombramiento al cual también aspiraba el detenido
25/08/2014 13:00 Eduardo Cabrera, corresponsal
Felipe Triay Peniche (esquina superior izquierda) presuntamente fue ultimado en el predio No. 202F (derecha) por Pablo García Gutiérrez y Luis Enrique Lara González.
MÉRIDA, 25 de agosto.- El presidente en funciones del Colegio de Psiquiatras de Yucatán, Luis Enrique Lara González, fue detenido esta mañana por elementos de la Fiscalía General del Estado, acusado de asesinar a su compañero de profesión y maestro Felipe Triay Peniche, para evitar que éste reciba un reconocimiento y nombramiento al cual también aspiraba el ahora detenido.
Las autoridades de Yucatán confirmaron la detención del colegiado, junto con otra persona a la que sólo identificó como ‘Pablo Santos G.’, también psiquiatra, originario este último del Distrito Federal.
La detención de ambos profesionales médicos se realizó en las primeras horas de este lunes luego de concluir las averiguaciones previas en torno al homicidio del reconocido especialista Triay Peniche, quien fuera encontrado muerto dentro de su camioneta, abandonada en el estacionamiento de un centro comercial en días pasados. El parte oficial reveló que al galeno le fueron propiciadas 22 puñaladas.
En las primeras indagatorias, la víctima convivió con sus victimarios el pasado viernes 15 de agosto, en una fiesta realizada por el Colegio en un conocido hotel de Mérida, trasladándose posteriormente a un predio de la colonia García Ginerés, ya como parte de un plan preestablecido para matarlo.
Tras una ardua investigación que incluyó la revisión de cámaras de video, estudios dactiloscópicos, de planimetría, cateos a diversos predios, así como el uso del FARO para recreación de escenas del crimen y diversas diligencias, la Fiscalía General del Estado (FGE) cumplió este día dos órdenes de aprehensión en contra de igual número de detenidos, presuntamente involucrados con la muerte de Felipe Triay Peniche.
Las personas involucradas y formalmente detenidas son Enrique Lara, de 35 años de edad, y Pablo Santos, de 33, ambos psiquiatras de profesión, quienes afrontarán el delito de homicidio calificado.
Se presume que al menos uno de ellos, incluso, acudió a dar el pésame a los familiares del psiquiatra durante las ceremonias de duelo.
De acuerdo con las investigaciones del caso a cargo de la policía científica de la FGE, el homicidio se perpetró en el departamento de Pablo Santos, ubicado en la calle 25×22 en la colonia García Ginerés, hasta donde llevó al hoy occiso con base en engaños a fin de ultimarlo, tal como habían planeado desde días antes.
El móvil del crimen está relacionado con intereses económicos vinculados con la obtención de un cargo laboral que el reconocido médico obtendría en el Instituto Mexicano del Seguro Social en los próximos días y por el cual uno de los involucrados estaba pujando.
El profesional fue especialista en psiquiatría de la Clínica Desarrollo Integral para la Salud Mental. En 2001 fue encargado del pabellón de pacientes de larga estancia en el Hospital Psiquiátrico “Yucatán”. También fue secretario del Interior y Prensa del Colegio de Psiquiatras de Yucatán en 2002.
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/08/25/978077
Considerado el más salvaje en la historia reciente del Estado de Yucatán
Relato del brutal y sanguinario asesinato del Doctor Triay Peniche
Martes, 26 de Agosto de 2014
MÉRIDA.– El Presidente del Colegio de Psiquiatras de Yucatán, Dr. Luis Enrique Lara González, es el autor intelectual del asesinato del Dr. Felipe Triay Peniche, según su colega el Dr. Pablo García Gutiérrez, quien es el autor material del sádico crimen. García Gutiérrez, además, es considerado un asesino serial, pues anteriormente en otras partes del país dio muerte a tres personas.
Ayer los Doctores Luis Enrique Lara González y Pablo García Gutiérrez tuvieron en el Juzgado Segundo de Control su audiencia de imputación, acusados de dar muerte a Triay Peniche. Al parecer todavía falta que las autoridades detengan a una mujer y a tres hombres que participaron en este bárbaro homicidio.
En su edición de hoy el Por Esto detalla que el crimen, se convirtió en el más violento, brutal y sanguinario de la historia reciente del Estado y uno de los que despertó el interés de la sociedad yucateca, se cometió la misma noche del viernes cuando “desapareció” el Dr. Triay.
Los psiquiatras Felipe Triay Peniche y Luis Enrique Lara González compartían un consultorio en el Centro de Especialidades Médicas, ubicado a un costado del Hotel Hyatt Regency, sobre la calle 60.
Según gente cercana a la familia, el Doctor Lara González asistió “muy acongojado y apenado” al velorio y servicios fúnebres de su colega, el Doctor Triay.
El móvil del crimen, según varios psiquiatras consultados que conocían al médico, fue una cuenta de PEMEX para la atención de sus trabajadores. La institución petrolera pagaba servicios caros. Los colegas mencionan que la relación del Dr. Triay con los laboratorios europeos que pagan cantidades elevadas de dinero por el uso y distribución de medicamento controlado también influyó.
En pocas palabras se habla de viajes todo pagado a varios países europeos y la entrega de grandes cantidades en euros y dólares al Dr. Triay por parte de los laboratorios. Todo lo conocía a detalle el Dr. Lara, ya que él y Triay pasaban muchas horas juntos.
Otra práctica común en el círculo de los Psiquiatras cercanos a los tres médicos involucrados en este sádico crimen era aprovecharse de sus pacientes femeninas con desviaciones mentales, a las que sometían a sus caprichos sexuales y las intercambiaban cotidianamente.
El dominio de la mente de las pacientes y las drogas controladas fueron determinantes para este uso. De allí el departamento de la García Ginerés.
El asesino material llevaba, además del odio profesional, una animadversión contra el Dr. Triay porque éste se llevó a una mujer que él quería para sí mismo.
Según datos recopilados por POR ESTO!, el Dr. Triay acudió a una cena al Hotel Hyatt de Mérida, más tarde salió a la puerta y caminó hacia un automóvil Jetta de color blanco, saludó al conductor que resultó ser el Dr. García Gutiérrez, quien estaba acompañado de una dama que sirvió de gancho y a quien las autoridades le siguen la pista.
Esta dama formaba parte del “selecto” grupo de acompañantes del Grupo de Psiquiatras. El Dr. Triay, después de los saludos, abordó el Jetta y se dirigieron al departamento de la colonia García Ginerés donde se quedaron la dama y el Psiquiatra Triay Peniche.
Pacientemente, el Dr. García Gutiérrez esperó que sostuvieran relaciones, y cuando estaban a punto de salir la dama ofreció al Dr. Triay una bebida a la que le puso un fuerte somnífero que hizo que éste cayera inconsciente.
La dama, vía celular, llama a García Gutiérrez, quien entra al departamento, le paga por sus servicios y ella se retira.
Una vez solos, el multihomicida le clava un arma punzocortante en el corazón y la hace girar en varias ocasiones dejándole un hueco en el pecho. Este acto horrendo lo hizo como “si batiera chocolate”.
Luego le da 21 puñaladas más en el cuerpo. Para que el departamento no se ensuciara más con el festín de sangre lo voltea y lo “desangra” dejando caer el líquido en una cubeta.
Después el asesino regresa por la camioneta modelo “Rogue” de Nissan, propiedad del Dr. Triay, y la estaciona en el departamento. Previamente, había contratado a tres carpinteros para que le hicieran un trabajo, pero nunca les dijo cuál trabajo y quedó en avisarles.
Una vez en el departamento, el Psiquiatra recurrió a material quirúrgico de una sala de operaciones y a una sierra para destazarlo. Lentamente y tratando de no hacer ruido le quitó los brazos y las piernas, con cortes quirúrgicos precisos. Inexplicablemente, la cabeza no pudo quitarla por completo, una tira de piel la sostuvo con el resto del cuerpo.
Después de destazarlo acomodó los brazos y piernas en dos cajas, al cuerpo ya sin sangre le puso productos químicos para evitar su descomposición, luego limpió el departamento y a bordo de su auto se dirigió a su casa ubicada en el mega complejo “Ciudad Caucel”.
Al día siguiente regresó al departamento por la noche y le llamó a los tres carpinteros para que hicieran el trabajo de bajar las cajas y las acomodaran en la “Rogue”. García Gutiérrez les pagó una fuerte cantidad de dinero por su “trabajo” y luego se retiraron.
El doctor, sin remordimientos y sin miedo, se dirigió al estacionamiento del supermercado Chedraui de “Ciudad Caucel”, estacionó la camioneta, se alejó caminando y, al parecer, fue recogido por algún conocido. Al pasar los días sin tener noticias del Dr. Triay la familia denunció su desaparición y, en primera instancia, con 500 patrullas de la SSP y de FGE se ubica la “Rogue” en el lugar antes mencionado.
Personal de la Fiscalía, para evitar miradas indiscretas y guardar el sigilo de la investigación, suben la “Rogue” a una grúa y la llevan a sus instalaciones donde, al abrirla, se sorprenden al hallar el cuerpo mutilado.
http://www.informaciondelonuevo.com/2014/08/informacion-de-la-fge-confirma-que-dos.html
